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jueves, 16 de agosto de 2007

PSU y una opinión.

Este es un tema que he intentado, por todos los medios posibles evitar, tal como lo hago, en estos momentos, con la materia de la Guerra Fría que entra mañana para la prueba de historia. Principalmente creo que no había querido escribir nada porque, tal como lo mencioné en una bochornosa ocasión anterior, escribir es una manera de reconocer lo que pasa, y si hay alguna reacción que ha marcado todo lo relacionado con este tema, es la negación.
El tema de la dichosa PSU me ha hecho pasar desde 1º medio (y sobre todo desde el año pasado) por un estado constante de "duelo patológico". De negación a ira, de ira a negociación, de negociación a depresión, de depresión a aceptación... así sucesivamente, en desorden y en distinta magnitud. Le tengo un pánico terrible a esta prueba; pánico de quedarme en blanco, pánico de que no me alcance el tiempo, pánico de equivocarme, pánico de no lograr entrar a la carrera que quiero.
Siempre he encontrado una injusticia medir (supuestamente) todos los conocimientos que uno tiene, en especial los de la enseñanza media, con una prueba. Es una idea tan estúpida que con gusto quemaría a lo bonzo al que se le ocurrió la PAA, que mutó para convertirse en esto. Deberían medir lo que uno ha hecho en los años de colegio, recibir proyectos relacionados con el interés de cada uno y probar las habilidades que tienen los alumnos en las distintas áreas, pero no lo hacen ¿Por qué? porque es muy difícil y caro, así que eligen hacer lo más fácil y barato ¿Qué es lo más fácil y barato? Una prueba con todos los contenidos que, supuestamente, se ven en los 12 años de enseñanza, de maner resumida con énfasis en lo aprendido en la enseñanza media. Una prueba que un peloláis, que no ha hecho más en sus años de colegio que mirarse al espejo y comerse a sus compañeras, puede contestar con total tranquilidad después de haber ido (por culpa o urgencia de última hora) al preuniversitario más caro con auspicio de la tarjeta dorada de papá.
La flojera de algunos no es lo único beneficiado con la PSU, sino que también es el bolsillo de los señores gerentes e "inversionistas" de los preuniversitarios. Estos centros de "aprendizaje concentrado" están cada día más llenos e intentando tener mejores resultados que la competencia, para así tener aún más demanda en la próxima ronda.
Los preuniversitarios pasan las materias apoyados con exelente material (con el que no cuentan todos los colegios), de manera tan clara que hasta el más lerdo entiende a la primera, y con tal rapidéz, que al compararlo con el colegio resulta completemente frustrante. Digo esto porque yo voy a un preuniversitario (cuyo nombre no voy a decir ya que no tengo la más mínima intención de darle publicidad). En dos clases, sin exagerar, el profesor de química del preu explicó el contenido que en el colegio el profesor se demoró todo un semestre. Este resultado, por cierto, depende mucho del nivel de enseñanza que tenga el colegio. El de mi liceo, no es ningún misterio, no es muy alto y me ha servido bastante ir a preuniversitario, aunque solo tomo el curso de ciencias.
Pero he ahí la injusticia. Aunque suene repetido, el desnivel de la educación es casi comparable con las diferencias de distribución del dinero en este país (¿Tendrán algo que ver? mh... quizás...)
¿Por qué, al tener una educación de nivel medio, tengo que pagar para que me enseñen los contenidos que "no alcanzan" a pasar en el colegio? simple: porque a todos se nos "mide con la misma vara", siendo que las noticias han dicho (este año, el que pasó y todos los anteriores) hasta el cansancio que la diferencia entre colegios municipales y particulares es enorme.
Esta "vara" se llama PSU, y va a medir de la misma manera a Juan Soto, el primero de su curso, y a Jorge Ignacio Eizaguirre, alumno de 5.0. Les preguntará cuánto saben sobre tal tema, sin importarle las habilidades que tengan, y los evaluará con distinto puntaje, tal como lo hiciera el simce años antes. Quizás habrá algún compañero de Juan que gane una beca, pero habrá muchos que no lo harán. Muchos compañeros de Jorge Ignacio tendrán un nivel académico como para estudiar medicina, quizás algunos prefieran estudiar diseño o tomar algún puesto en la empresa de papá. Unos años después Jorge Ignacio se graduará y trabajará ejerciendo una profesión bonita y con una buena remuneración, pero que no le encanta. Unos años después Juan se estará preguntando por enésima vez cómo sería su vida si hubiera podido estudiar medicina, o si fue su culpa y se debería haber esforzado más, mientras cierra el negocio.
¿"Igualdad"? ¿Oportunidades "para todos"? ¿Esta es la "Europa de Sudamérica"? ¿Con este Chile pretendemos llegar al Bicentenario?
No me parece.